Optimizar el servicio de emergencia

01 jun 2017 Infraestructuras
Respecto a la infraestructura, no debemos limitarnos a la ampliación y el mantenimiento de las carreteras o garantizar su seguridad mediante dispositivos pertenecientes, o con prohibiciones de adelantamientos y límites de velocidad en tramos de concentración de accidentes. Los servicios de emergencia ofrecen un potencial de optimización adicional. Después de un siniestro, por ejemplo, es de vital importancia tener una notificación rápida y concreta de la localización del accidente y la situación real para poder informar y enviar a los servicios y vehículos de emergencia específicos y asegurar su llegada al lugar del siniestro con la mayor rapidez posible.
Los sistemas de emergencias automáticos brindan una contribución importante. Pero también los números de emergencia homologados son una garantía de mejora. En los EEUU y Canadá existe desde hace años el número de emergencia homologado 911 para policía, servicios de emergencia y bomberos. En Europa existe una variedad de diferentes números de emergencia. Gracias a la implantación del número de emergencia 112 se localiza en toda Europa y en algunos estados vecinos un centro de control con servicio permanente al menos en inglés. Un número de emergencia homologado también será la base de los sistemas de e-call que no entran en una central de emergencia propia. Los números son conocidos por los usuarios de tal manera que la persona que llama no debe distinguir entre la necesidad de llamar a policía, servicio de emergencia, bomberos o varios de estos componentes. Adicionalmente, todas las llamadas de emergencia sobre un incidente se centralizan en un puesto de control donde las informaciones se evalúan rápidamente para poder adoptar las acciones precisas.
Se recomienda equipar a todas las unidades de emergencia con sensores de GPS, reduciendo de esta manera el tiempo de llegada de policía, bomberos y servicios de emergencia. De esta manera, el centro de control conoce con exactitud la posición de cada vehículo, permitiendo avisar a los medios de emergencia más cercanos. Se debe anclar en la planificación de la infraestructura la garantía de movilidad de los servicios de emergencia, especialmente en zonas urbanas donde el nivel de la velocidad y el flujo de la circulación se ven reducidos debido a las obras. Esto a menudo dificulta una llegada rápida al lugar de operación – especialmente en las críticas horas punta. Desde hace tiempo se utilizan distintos principios de funcionamiento para controlar las fases de los semáforos de tal manera que los vehículos de emergencia pueden pasar cuando están de servicio. Cuando un vehículo de emergencia se acerca a un cruce regulado por un semáforo se controlará este de tal manera que el tráfico acumulado en el trayecto del servicio puede disolverse y el vehículo de emergencia puede pasar en fase de verde. Sin embargo, los sistemas deben estar integrados en el control de los semáforos de tal forma que una incompatibilidad con el ordenador de la central de tráfico no sea causa de un atasco adicional.
Para minimizar posibles restricciones de tráfico en el transcurso de un accidente se debe reducir el tiempo del servicio de salvamento y evacuación a un mínimo absoluto, para poder abrir el tramo de la carretera afectada con la mayor brevedad posible. Un enfoque de los Países Bajos parece ser de gran efectividad. En el marco de un paquete global para la reducción del tiempo de los retrasos en la circulación con los atascos pertinentes, la Dirección General de Movilidad y Transporte del Ministerio de Infraestructura y Medioambiente ha alcanzado un acuerdo con las aseguradoras según el cual se enviará de forma automática al menos un vehículo de grúa/salvamento en el momento de la entrada de un aviso sobre un posible incidente. En el caso de una “falsa alarma”, el ministerio asumirá los costes del servicio, en todos los demás casos, serán las aseguradoras competentes. De esta manera, el tiempo de llegada de las grúas se redujo en unos 15 minutos en todos los casos en los que era necesario. El sistema se implantó en todas las carreteras nacionales así como en algunas carreteras regionales.

Protección de vehículos accidentados y averiados

Otra contribución importante en la prevención de los accidentes y en la seguridad vial reside en la protección adecuada de los vehículos accidentados o averiados en las calzadas o en los arcenes. En este sentido, en muchos países del mundo se ha establecido el triangulo de emergencia. La forma triangular de una señal de advertencia, el color rojo y su característica reflectante le proporcionan un alto factor de reconocimiento junto con un buen efecto de advertencia, siempre y cuando se coloca de forma correcta. Las normas vinculantes al respecto le ayudan al usuario cuando se encuentra en una situación de estrés debido a su emergencia. Los triángulos de emergencia homologados según UNECE-R 27 disponen de una cinta hecha de un material fluorescente alrededor del borde que incluso reflejará la luz de día gracias al fenómeno de la fotoluminiscencia con el fin de ser percibido rápidamente. El efecto de advertencia se puede aumentar mediante elementos luminosos activos. En este sentido, las luces de emergencia son parte del equipamiento obligatorio de los vehículos desde hace mucho tiempo, en vehículos de más de 3,5 toneladas es obligatorio llevar una fuente luminosa portátil adicional. Gracias a la tecnología moderna de LED y el bajo coste de las baterías de larga duración, sería fácil realizar este aumento de la seguridad. Sin embargo, todavía no se ha creado el marco legal al respecto.
Adicionalmente, los equipos de bomberos, emergencias y otras organizaciones similares deben ser instruidos sobre la protección correcta en el lugar de operación. Existen ofertas de cursos de formación excelentes por parte de las empresas de servicios de asistencia. Asegurar el lugar de emergencia con un trazado claro del trayecto facilita la orientación a los conductores que circulan por el lugar de operaciones, aparte de proteger la propia seguridad del equipo de salvamento. Junto con la formación necesaria, es imprescindible que los vehículos de emergencia estén equipados con el material de seguridad adecuado.