Una mayor sensibilización respecto a los riesgos es imprescindible

01 jun 2017 Factor Humano
Conducción bajo la influencia del alcohol, exceso de velocidad, distracción por Smartphone u otros dispositivos electrónicos de comunicación son solo unos ejemplos del papel trascendental que juega el factor humano como causa de los accidentes en las carreteras. Casi el 90 por ciento de los accidentes europeos ocurren por imprudencias y errores humanos. En este sentido, es imprescindible revertir esta situación de forma eficiente. Aunque la ingeniería automotriz y la infraestructura pueden contribuir a prevenir situaciones de riesgo o atenuar sus consecuencias, el ser humano debe ser el primero en ayudar a mejorar la seguridad vial mediante un comportamiento responsable, una valoración correcta de sus propias capacidades y un alto nivel de aceptación de las normas de circulación.
Las cifras llaman la atención: según datos de la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), cada 51 minutos fallece una persona en un accidente de tráfico en los EEUU en el cual uno de los usuarios de la vía tenía una tasa de alcoholemia de 0,8 por mil o más. En 2015, se contabilizaron un total de 35.100 víctimas mortales en las carreteras norteamericanas, 10.265 personas fallecieron en accidentes por embriaguez (tasa de alcoholemia mayor de 0,8 por mil) – casi un 30 por ciento del total. Mientras que se registró una reducción sistemática entre 2006 y 2011, el nivel se mantiene estable desde entonces.
La situación no es mucho mejor en otros países del mundo. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) – sabiendo que no todos los estados facilitan sus cifras – la lista negativa es encabezado por Sudáfrica con un 58 por ciento, seguido por Uruguay con un 38 por ciento y Vietnam con un 34 por ciento. En las carreteras europeas, el alcohol causó casi 6.500 víctimas en 2015 – un 25 por ciento, habiendo grandes diferencias entre los distintos estados miembros. En Alemania se contabilizaron en 2015 256 víctimas mortales a causa de la conducción bajo los efectos del alcohol (=7,4 por ciento), en Francia se registraron 866 casos (=25 por ciento). En Estonia y Letonia, sin embargo uno de cada dos víctimas mortales en accidentes de tráfico era a causa de embriaguez.

Prevéncíon primaria mediante inhibidores de alcohol

Desde hace años en algunos países se están buscando soluciones tecnológicas en la prevención de los siniestros por consumo de alcohol: los llamados alcohol- interlocks. Se trata de un inhibidor de conducción instalado en el vehículo que solo permite arrancar el motor después de haber realizado una prueba de aliento en la cual no se detectan restos de alcohol, evitando de esta manera la circulación en estado de embriaguez ya que la persona alcoholizado no será capaz de arrancar el vehículo.
Actualmente estos dispositivos de alcohol-interlocks se están utilizando en la prevención primaria y secundaria a nivel mundial. Un ejemplo positivo de prevención primaria es la instalación de alcohol-interlocks en toda la flota de una empresa holandesa de transportes para inhibir la conducción sin una muestra de aliento previa y así implantar la política de tolerancia cero respecto al alcohol. Las condiciones laborales de muchos conductores de camiones que suelen circular en solitario y con premura pueden dar lugar al consumo de alcohol en el tiempo de descansa para desconectar y relajarse. Después de haber bebido por la noche, en ocasiones se subestima el tiempo de eliminación del alcohol hasta la mañana siguiente, pudiéndose quedar restos de alcohol en sangre. Se han impuesto los inhibidores de conducción a pesar del escepticismo inicial de algunos conductores que tenían la sensación de ser vigilados ya que también entre ellos ha tenido lugar una mayor concienciación respecto al consumo de alcohol. No solo ha mejorado de forma directa la seguridad del conductor y de los demás usuarios de la red viaria, sino también el balance económico de la compañía de logística, que es positivo gracias a la reducción de incidencias. Esto a su vez es una gran ventaja en las negociaciones con las aseguradoras.

Experiencias positivas en Finlandia

La implantación de dispositivos de alcohol-interlocks en el marco de la prevención secundaria es cuando se impone la instalación para conductores reincidentes. Esta acción, que se denomina programa “ofender” es diseñada para conductores con problemas o sanciones por circular bajo los efectos del alcohol. En la actualidad estos programas existen en los EEUU, Canadá y Australia, así como en algunos países europeos como Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Bélgica, Francia, Polonia y como proyecto de investigación en Austria.
En su informe del año 2013, el Organismo de Transporte finés presentó de manera exhaustiva sus experiencias con el programa de los alcohol-interlocks (imagen 17 y 18). En el periodo de investigación entre 2008 y 2012, se instalaron dispositivos de alcohol-interlock a 1.687 conductores. Después de haber conducido en estado de embriaguez, la justicia decide un “tiempo de seguimiento” de uno a tres años con el alcohol-interlock. Los costes de 110 a 160 Euros mensuales corren a cargo de las propias personas infractoras.
Los parámetros se establecen individualmente para cada uso y según la legislación vigente en cada país en el que su utilización está aprobada. En Finlandia se calibró el dispositivo interlock de tal manera que se impide el arranque del motor con una tasa de alcohol en sangre de 0,2 por mil. Es necesaria permitir este rango de tolerancia ya que el consumo de ciertos alimentos puede causar la producción de una pequeña cantidad de alcohol en el cuerpo aunque no se haya bebido alcohol. Cuando se apaga el motor, podrá ser encendido en los cinco minutos posteriores sin tener que someterse a una nueva prueba de aliento.
Si un participante del programa alcohol-interlock no cumple las normas – por ejemplo conduciendo un vehículo distinto al apuntado en su permiso de circulación – cuando intenta manipular el dispositivo o circula con un vehículo en estado de embriaguez, se le retira el carnet de conducir. Esto también ocurre cuando decide terminar con su participación en el programa. De los más de 19.000 conductores fineses sancionados por conducción bajo los efectos del alcohol en el año 2012, 511 decidieron participar en el programa de alcohol-interlocks. Es un gran éxito que solo un 5,7 por ciento de todos los participantes reincidieron o durante o después del uso del alcohol-interlock, siendo el porcentaje de éxito mucho mayor que en los conductores finlandeses alcoholizados sin alcohol-interlock que reincidieron entre un 29 y 30 por ciento. 24 personas fallecieron durante el periodo de uso, siendo la causa de la muerte en el 37,5 por ciento de los casos el consumo o enfermedades derivadas del alcohol.