Hay que evitar colgar la mascarilla de forma que entorpezca el campo visual
El retrovisor interior no es un perchero
Las situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales, como la actual obligación «en boca de todo el mundo» de llevar mascarilla. Ni siquiera los conductores de automóviles se libran de tener que taparse la boca y la nariz, y es que, si paran espontáneamente a comprarse un bocadillo o llenar el depósito, también necesitan una mascarilla. Por ello, muchos llevan como mínimo una en el coche. Sin embargo, los expertos de DEKRA advierten de los riesgos colgarla en el retrovisor interior.
«Colgar otros objetos que, en comparación, son más pequeños, como llaveros o ambientadores, ya resulta peligroso desde nuestro punto de vista», explica Peter Rücker, jefe del departamento de Investigación en materia de accidentes de DEKRA. «Colgar la mascarilla, que tiene una superficie relativamente grande, es todavía más peligroso». El problema no es únicamente que limite el campo visual del conductor, sino que además dificulta los giros a la derecha. A esto hay que añadir que tener un objeto colgando del retrovisor interior distrae al conductor.
«Debido al constante balanceo, el conductor se acostumbra a que haya siempre algo moviéndose en el borde de su campo visual. Como consecuencia, los movimientos que se den en el exterior del vehículo, como ciclistas o peatones situados en el arcén derecho, se perciben mucho después», declaran los expertos. Esto puede provocar accidentes graves que podrían haberse evitado.
«La función de la mascarilla es proteger a los demás. Pero, si la colgamos de forma refleja en el retrovisor interior del coche, tendrá el efecto contrario: pondrá en peligro a los demás usuarios de la vía pública», aclara Rücker. Su recomendación es clara: «Guarde la mascarilla en uno de los compartimentos guardaobjetos del vehículo. La mayoría de los modelos de coches tienen multitud de ellos. En cualquier caso, el retrovisor interior no es un perchero».