Los conductores de los hoverboards son más rápidos que los peatones, pero están igual de desprotegidos

26 abr 2019 Ingeniería Automovilística
En el Hollywood de los años ochenta, los patinetes conocidos como hoverboards todavía eran una visión de futuro, después de que Michael J. Fox montara sobre uno en la mítica película “Regreso al futuro”. En la actualidad, estos patinetes eléctricos de un eje que se mueven con el simple balanceo del cuerpo siguen manteniendo ese mismo nombre —si bien, no la forma flotante de la película— y son muy populares, especialmente entre niños y jóvenes. A diferencia del ya conocido segway, estos monopatines no disponen de «manillar». Las ruedas motrices se accionan a través de dos motores eléctricos usando únicamente la distribución del peso sobre los pies.
Sin embargo, los riesgos que conllevan los hoverboards, al contrario que en Hollywood, son muy reales. Esto se demostró en una simulación de accidente realizada por DEKRA. En esta, un turismo colisionó a unos 40 km/h con un maniquí de pruebas sobre un hoverboard, que salió despedido 18,8 metros. En un accidente real, hubiera sufrido lesiones graves. Esto se debe a que, al igual que los peatones, los conductores de los hoverboards están desprotegidos en el tráfico rodado y son muy vulnerables si, por ejemplo, colisionan con un turismo. No obstante, con velocidades que alcanzan los 20 km/h, un hoverboard es muchísimo más rápido que un peatón. Puesto que es un factor con el que los conductores de automóviles no suelen contar, es inevitable que acaben dándose situaciones críticas. También las colisiones entre usuarios de hoverboards y peatones pueden tener dolorosas consecuencias.
En Alemania, actualmente se está redactando una normativa sobre los vehículos de movilidad personal con el fin de regular por dónde y a qué velocidad pueden circular los vehículos con motor eléctrico con o sin manillar o barra de sujeción, como los patinetes eléctricos y los hoverboards: ¿por la calzada, por el carril bici, o también por la acera? Hasta ahora, su utilización en la vía pública está prohibida. La normativa proporcionará claridad en este contexto y también en lo relativo a la necesidad de una autorización. Otros países de la UE, como Francia, Finlandia, Bélgica y Dinamarca, permiten utilizar los vehículos de movilidad personal a una velocidad máxima de 20 km/h sin autorización; de lo contrario, tienen la misma consideración legal que las bicicletas convencionales o eléctricas.