Los reflectores mejoran la visibilidad de los niños

21 dic 2021 Noticias y acciones
Durante el semestre de invierno, la niebla, la lluvia y la oscuridad perjudican la visibilidad durante la conducción. Para los niños, esto significa que corren más peligro cuando emprenden el camino de la escuela por la mañana. «Preste atención a que los niños puedan distinguirse bien en las vías públicas. Conviene utilizar ropa clara y llamativa, junto con elementos retrorreflectantes, por ejemplo en el gorro y la mochila, o franjas blancas en el calzado», explica la perito de accidentes Stefanie Ritter. Por ejemplo, las gorras que distribuye DEKRA cada año entre los alumnos que se incorporan a la enseñanza primaria ayudan a que los niños se distingan mucho antes en la circulación vial. Son del mismo color rojo que las señalizaciones y poseen unas llamativas bandas reflectantes.
El camino a la escuela también se vuelve más seguro si se reduce el peligro en las zonas habituales, como los puntos donde los niños cruzan la calzada. Para que esto funcione sin riesgos, se recomienda revisar las reglas para cruzar las vias con seguridad: pararse en el borde de la acera; mirar a la izquierda, a la derecha y la izquierda; hacer un gesto con el brazo; establecer contacto visual con los conductores y cruzar la calle por el camino más corto.
Siempre que sea posible, los niños deben cruzar la calzada por un punto asegurado: pasos de peatones, semáforos o islas peatonales. A menudo, un pequeño rodeo aporta un plus de seguridad. «Los padres deben ensayar el camino de la escuela con sus hijos, llamando su atención sobre los puntos peligrosos», dice la experta. En cambio, es extremadamente peligroso acceder a la calzada por puntos mal iluminados y de poca visión, por ejemplo, entre dos vehículos aparcados. Allí ocurren a menudo graves accidentes.
Por otra parte, los conductores deben tener máxima precaución y prestar atención en caso de malas condiciones de visibilidad. Sobre todo en las proximidades de escuelas, guarderías e instalaciones deportivas o cuando se pueda esperar la presencia de niños en el borde de la vía, se impone quitar el pie del acelerador, no perder de vista el borde de la calzada y estar preparado para frenar. «También hay que proceder con precaución en las paradas de autobús», añade Ritter. «Cabe prever que las personas que lleguen tarde crucen la calle corriendo para alcanzar el autobús y que los niños que bajen del vehículo aparezcan de repente detrás del autobús y quieran atravesar la calzada».