Nunca debemos acercarnos a los animales heridos

02 oct 2017 Noticias y acciones
Las cifras son alarmantes: según las estadísticas de la Asociación Alemana de Caza relativas a los accidentes provocados por animales salvajes, en Alemania un animal salvaje colisiona contra un vehículo aproximadamente cada 2,5 minutos. Solo en la temporada 2015/2016, en el país germano se produjeron cerca de 228 550 accidentes con ciervos, corzos y jabalíes, en los que 3054 personas sufrieron lesiones graves y 13 perdieron la vida. Según se estima, los daños materiales ascienden a 500 millones de euros al año. Muchos otros países europeos, como Francia, Italia o España, también registran decenas de miles de accidentes provocados por animales salvajes. En toda la UE, la cifra se estima en más de 500 000, con unos 300 muertos, 30 000 heridos y daños materiales que alcanzan los mil millones de euros.
En principio, accidentes de este tipo pueden ocurrir en cualquier momento. «Sin embargo, el riesgo es mayor al amanecer y al anochecer, es decir, cuando la fauna se dirige a los comederos», advierte Markus Egelhaaf, investigador en materia de accidentes de DEKRA. Con el cambio del horario de verano al de invierno, el peligro aumenta aún más, ya que el tráfico domicilio-trabajo al anochecer tiene más probabilidades de cruzarse con corzos, ciervos y jabalíes.
«Es necesario que los conductores de vehículos circulen con mayor cautela, sobre todo en regiones forestales, linderos de bosques, campos y áreas con vegetación densa», añade el experto. Ahora más que nunca los usuarios de la vía pública deben conducir a una velocidad adecuada, no perder de vista los márgenes de la carretera y, ante todo, estar siempre preparado para frenar mientras circulan por estas zonas durante las horas del crepúsculo. Estas medidas preventivas también son por su propia seguridad. Al fin y al cabo, cuanto mayor sea la velocidad de choque, mayor es el riesgo de salir herido.
Si aparece un animal en el arcén, la máxima es: reducir la velocidad de inmediato, poner la luz de cruce y tocar la bocina. Además, debe contarse con que aparezcan más ejemplares. Si un animal salvaje salta a la calzada, el investigador en materia de accidentes nos aconseja lo siguiente: «Sujetar fuertemente el volante y frenar en seco». El motivo: las maniobras evasivas a menudo acaban en una colisión de graves consecuencias contra los vehículos que circulan en sentido contrario o contra un árbol. Por ello, seguir recto suele ser la mejor opción. En caso de que no logremos evitar el choque contra un animal salvaje, esto es lo que debemos hacer: activar las luces intermitentes de advertencia, ponernos el chaleco reflectante y señalar el lugar del accidente (a ser posible, en ambos sentidos) colocando los triángulos de señalización a unos 100 metros de distancia. Además, se debe informar sin falta a la policía o al respectivo arrendatario del terreno de caza. Si alguien resulta herido, se debe llamar a los servicios de salvamento marcando el 112: el número de emergencias para toda Europa.
Bajo ningún concepto debemos acercarnos a animales heridos, ya que, agonizantes, podrían cocear y herirnos gravemente. Por último: no toque nunca animales muertos directamente con las manos porque existe riesgo de contraer la rabia. Asimismo, tenga en cuenta: aquel que se lleva al animal abatido, estará cometiendo un delito de caza furtiva, arriesgándose a que le denuncien.