Pensar nuevos caminos
El aumento del número de accidentes con motoristas y el previsible incremento del tráfico ciclista, especialmente en las zonas urbanas, crean la necesidad de contemplar medidas que hasta ahora se consideraban desacertadas. Así, tal vez también se pueda aumentar la seguridad en el tráfico rodado utilizando medios sencillos. Por ejemplo, en el área de la tecnología de iluminación de las bicicletas.
Luces delanteras con una luz láser integrada que proyecta el símbolo de una bicicleta sobre el suelo para anunciar la llegada de los ciclistas a intersecciones sin visibilidad y permitir que otros usuarios de la vía pública los reconozcan antes de verlos. De la misma forma, los ciclistas que se encuentran en el ángulo muerto de un coche pueden proyectar su presencia en el campo visual del conductor y evitar así que los pasen por alto. También existen nuevas luces traseras para bicicletas que, mediante una luz láser, proyectan un carril bici virtual sobre la calzada para indicar a los vehículos que los están adelantando el área de seguridad del ciclista y alentarlos a mantener una mayor distancia de adelantamiento.
Este tipo de sistemas ya se usa en algunos países, especialmente en las bicicletas de alquiler, mientras que en otros como Alemania están prohibidos. Es necesario encontrar un término medio entre la exclusión categórica de nuevas tecnologías que aumentan la seguridad y la proliferación de gadgets de diseño contraproducentes. Sin embargo, este tipo de funciones adicionales —al igual que muchas novedades en materia de iluminación en el sector del automóvil— requieren en todo caso consultas y pruebas más exhaustivas en los organismos de expertos pertinentes, como el GRE de la CEPE en Ginebra.