Comprobación de la aptitud para conducir

20 may 2021 Factor Humano
Este conjunto de factores de riesgo aumenta la probabilidad de anomalías al circular o de verse implicado en un accidente, algo que, en países como Alemania, puede hacer que se ordene una prueba de aptitud para la conducción. En este tipo de exámenes se verifica que se cumplen las normas mínimas relativas a la aptitud física y mental para la conducción.
Para llevarlos a cabo, las personas responsables de las autoridades viales recurren a expertos en la materia, entre ellos, médicos y psicólogos especializados en tráfico. Aplicando criterios profesionales, los requisitos de aptitud se examinan, evalúan y resumen en un informe. Este dictamen experto proporciona una base importante para la decisión de la autoridad competente en materia del permiso de conducción, que tiene la tarea de evaluar el peligro potencial que el conductor supone para la comunidad vial y de aplicar medidas relativas a la legislación sobre permisos de conducir, como la conservación o la retirada del carnet.
En este contexto, los hechos y su valoración por parte de la autoridad administrativa constituyen el punto de partida de las acciones administrativas. En sentido jurídico, los hechos son circunstancias observables, no suposiciones o especulaciones. Por lo general, se trata de anomalías o de indicios de deficiencias en el tráfico rodado, como una conducción lenta que llama la atención, un accidente en circunstancias inusuales o comportamientos extraños durante un control de tráfico. La edad del titular de un permiso de conducir por sí sola no es suficiente para suponer una falta de aptitud, como tampoco lo son el hecho de que lleve un audífono (una información que las autoridades deben conocer) o, por ejemplo, que sea diabético (siempre y cuando controle bien su estado metabólico y cumpla las indicaciones médicas).

LOS CONDUCTORES MAYORES NO SUELEN RECONOCERSE A SÍ MISMOS COMO FACTOR DE RIESGOLOS CONDUCTORES MAYORES NO SUELEN RECONOCERSE A SÍ MISMOS COMO FACTOR DE RIESGO

La evaluación de la relevancia de los hechos para determinar la aptitud se lleva a cabo mediante un proceso de decisión cuidadosamente contrastado y es responsabilidad exclusiva de la persona que aplica el derecho, que por lo general es la persona responsable cualificada de la autoridad vial. En el anexo 4 del Reglamento alemán sobre el permiso de conducir (FeV, por sus siglas en alemán) se describen las enfermedades y las deficiencias de aptitud, así como los motivos de inclusión y exclusión para una evaluación positiva de la aptitud. La lista incluye enfermedades relacionadas con la visión y la audición, deficiencias de movilidad, enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus, enfermedades renales, enfermedades del sistema nervioso (por ejemplo, la enfermedad de Parkinson o la epilepsia), trastornos mentales y el consumo de alcohol y estupefacientes, así como de otras sustancias psicoactivas y medicamentos.
En concreto, el marco de la evaluación está constituido por el grado de la limitación del rendimiento, así como por el tipo, la gravedad, la evolución y el tratamiento de la enfermedad, las posibilidades de compensación y, dado el caso, otros factores de riesgo. Por lo general, la policía, los tribunales y los fiscales son quienes transmiten los hechos relativos a la aptitud del conductor. Sin embargo, los particulares o los médicos responsables también pueden comunicar a la autoridad vial inquietudes justificadas sobre la aptitud de un conductor.
En un estudio sobre conductores mayores de 65 años con características llamativas se pudo demostrar que en el 85 % de los casos se les retiró el permiso de conducir o bien renunciaron a él. Además, estos conductores se caracterizaban por tener una edad elevada y múltiples enfermedades. En los casos en los que se había producido un accidente, al conductor se le atribuyó (provisionalmente) la responsabilidad principal en el curso de las investigaciones policiales. También llama la atención la elevada tasa de renuncia al permiso de conducir, de aproximadamente un 70 %. Los médicos y los familiares, así como los tribunales y los fiscales, solo tuvieron un papel secundario en la notificación de los casos. Una gran parte de los casos de aptitud dudosa para la conducción fueron comunicados por la policía. En la mayoría de ellos, anteriormente se había producido un accidente de tráfico. Además, en aproximadamente una de cada cinco situaciones investigadas, había indicios de demencia. En ninguno de estos casos de demencia se pudieron disipar las dudas sobre la aptitud.

PRUEBAS EN FUNCIÓN DE LA EDAD EN DIFERENTES PAÍSES

Alemania es, junto a Bélgica, Francia o Suecia, uno de los países en los que hasta ahora no era necesario renovar el permiso de conducir para turismos o motocicletas, aunque esta normativa va a expirar. En Alemania, según el Reglamento sobre el permiso de conducir actual, los carnets de conducir emitidos después del 19 de enero de 2013 tienen una duración limitada de 15 años y aquellos más antiguos deben renovarse antes del 19 de enero de 2033. Los permisos de conducir C1, C1E, C, CE, D1, D1E, D y DE para conductores de camiones y autobuses, así como el permiso de conducir para el transporte de pasajeros en taxi o en vehículos de alquiler, tienen un período de validez máximo y su renovación está vinculada a reconocimientos médicos. En estos casos, el carnet de conducir se expide por un máximo de cinco años y se deben acreditar condiciones especiales de aptitud física y mental.
En Europa, tras la emisión de un permiso de conducir, no existen normas uniformes para los reconocimientos médicos ni para el tiempo que debe transcurrir entre estos. Además, en algunos países también se comprueba qué efectos tienen sobre la aptitud las enfermedades de declaración obligatoria, independientemente de la edad, como ocurre en Estonia, Finlandia, Reino Unido e Irlanda.
Estas condiciones marco esbozadas a grandes rasgos conducen a tres estrategias diferentes para renovar los permisos de conducir y para afrontar las enfermedades y el deterioro del rendimiento típico de la edad en los diferentes países:
1. El permiso de conducir es válido independientemente de la edad cronológica del conductor durante un período de tiempo determinado. En consecuencia, a todos los titulares de un permiso de conducir expedido a partir del 19 de enero de 2013 se les aplica un plazo máximo de 15 años de validez del documento oficial (carnet de conducir para turismos y motocicletas). A la vez que se renueva el documento del permiso de conducción, también se renueva la autorización administrativa para conducir. Entre estos Estados miembros se encuentran Austria, Bélgica, Francia, Alemania y Polonia.
2. La renovación del permiso de conducir está sujeta a la realización de reconocimientos médicos por parte de (al menos) un médico a partir de un límite definido de edad cronológica:
  • A partir de los 50 años: Italia
  • A partir de los 60 años: Portugal, República Checa, Luxemburgo
  • A partir de los 65 años: Grecia, Eslovaquia
  • A partir de los 70 años: Chipre, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Malta, Países Bajo
3. La renovación del permiso de conducir, que incluye un reconocimiento médico para todos los grupos de edad, como es el caso de Rumanía, tiene lugar a intervalos periódicos; por ejemplo, cada diez años. Con el aumento de la edad cronológica, aumenta también la frecuencia de renovación del permiso de conducir, que además requiere un reconocimiento médico: por ejemplo, a partir de los 40 años (Hungría), 60 años (Lituania), 65 años (Estonia, España).
Al realizar una evaluación de los estudios científicos sobre la efectividad de las comprobaciones de aptitud en distintos países se observó, en el caso de Europa, que los efectos sobre la seguridad vial general y la de los mayores afectados suelen ser más bien negativos. En parte, las medidas estuvieron acompañadas de un aumento del número de personas mayores fallecidas al participar en el tráfico sin protección, ya que las restricciones pueden hacer que usen la vía pública como ciclistas o peatones, lo que los hace más vulnerables que en el coche. Los cribados en función de la edad entre los mayores también suelen provocar miedo a las pruebas, y esto puede contribuir a que dejen de conducir de forma prematura y, por lo tanto, pierdan movilidad.

LOS ENFOQUES ADOPTADOS EN DIFERENTES PAÍSES DE EUROPA SE CENTRAN SOBRE TODO EN LA EVALUACIÓN DE LA APTITUD FÍSICA Y MENTAL

PROCEDIMIENTO EN SUIZA, PAÍSES BAJOS Y FRANCIA

En Suiza, la edad para el reconocimiento médico obligatorio se incrementó de 70 a 75 años a partir del 1 de enero de 2019. Los conductores mayores de 75 años deben someterse cada dos años a un chequeo médico con un médico asesor, que en algunos cantones también puede ser su médico de cabecera. Se requiere una confirmación médica de la aptitud para conducir. Las personas afectadas reciben una carta de su cantón correspondiente en la que se les comunica que deben realizar el reconocimiento. Después, tienen un plazo de tres meses para someterse al chequeo y presentar el informe médico. Finalmente, la autoridad toma una decisión sobre la aptitud para conducir a partir de esta información. Si es necesario, la autoridad puede ordenar otro reconocimiento médico o una prueba de conducción. Además, si una persona no cumple plenamente los requisitos médicos mínimos incluso con medidas de compensación, la autoridad cantonal puede limitar el permiso de conducir en lugar de ordenar su retirada. En estos casos, puede imponer velocidades máximas, determinados tipos de vías o regiones, horarios de conducción (no permitida de noche), tipos de vehículos específicos o vehículos adaptados/equipados individualmente.
Los requisitos médicos mínimos según los cuales se determina la aptitud para conducir se establecen en el anexo 1 del Reglamento suizo sobre el permiso de conducir. Estos incluyen, entre otros, normas relativas a la visión y a los síntomas neurológicos (sin trastornos del equilibrio o de la consciencia), así como a las enfermedades cardiovasculares (sin riesgo de ataques ni anomalías significativas de la presión arterial), las enfermedades metabólicas (solo diabetes estable y controlada) y los trastornos cerebrales orgánicos (sin demencia o síntomas similares). Si una persona no cumple el plazo para el chequeo, se arriesga a perder el permiso de conducir, que solo volverá a expedirse después de un reconocimiento médico satisfactorio y de la confirmación de la aptitud para conducir..
En los Países Bajos, la edad para el reconocimiento médico ya se incrementó de 70 a 75 años en 2014. La renovación del permiso de conducir consta de varios pasos. Unos cuatro o cinco meses antes de que expire, las personas afectadas deben rellenar una declaración de salud («Gezondheidsverklaring »). El formulario incluye preguntas sobre las limitaciones de movilidad, la visión, las enfermedades y los medicamentos. Tras presentar esta declaración de salud, se recibe un correo electrónico con una invitación a un reconocimiento médico, que debe realizar un médico de cabecera o especialista según el cuadro clínico. Tras el chequeo, el médico elabora un informe que se envía al Centraal Bureau Rijvaardigheidsbewijzen (CBR). Un médico del CBR evalúa la información y valora la aptitud para conducir. Como resultado, puede requerirse una revisión adicional. Además de la aprobación o la denegación de la aptitud para conducir, también se puede reconocer la aptitud para conducir con limitaciones, por ejemplo, una validez temporal más corta, medios de ayuda como gafas o determinadas modificaciones en el vehículo.
En Francia no hay ningún límite de edad a partir del cual sea necesario un reconocimiento médico. Esto se justifica por el hecho de que los conductores mayores tienen menos accidentes que otros grupos de edad. También se hace especial hincapié en la movilidad y la autonomía de las personas de edad avanzada. Otro de los argumentos señalados por el Gobierno en contra de los chequeos obligatorios es la falta de eficacia de los reconocimientos ligados a la edad. Sin embargo, las personas deben declarar la existencia de enfermedades relevantes para la aptitud de conducción, como la diabetes o la epilepsia. De lo contrario, en caso de accidente, serán responsables personalmente. También se les puede retirar o no renovar el permiso de conducir.
De conformidad con el artículo 221-14 del Código de Circulación francés, los familiares pueden proporcionar a las autoridades información sobre la aptitud de conducción si lo consideran necesario. Las declaraciones propias de los enfermos o las notificaciones de los familiares se deben dirigir a la prefectura, que en caso necesario puede ordenar una evaluación tras examinar los hechos. El médico determina la aptitud física, cognitiva y sensorial, pero también puede recurrir a pruebas adicionales o a otros médicos especializados. Los exámenes psicológicos deben ser realizados por un psicólogo colegiado. El dictamen expedido y el permiso de conducción tienen una validez máxima de dos y cinco años respectivamente; la autoridad de cada departamento establece los períodos exactos.
Los ejemplos muestran que los enfoques adoptados en diferentes países de Europa están vinculados a la edad cronológica y se centran sobre todo en la evaluación de la aptitud física y mental. En cambio, las competencias de conducción mínimas teóricas y prácticas solo desempeñan un papel secundario para la cualificación de los conductores mayores. Además, no existen normas unificadas para los reconocimientos médicos periódicos. En algunos casos, los países difieren notablemente en cuanto a los métodos utilizados —declaración propia, examen, evaluación—, al contenido y al alcance del reconocimiento médico, o respecto a la cualificación del personal involucrado y su posición con respecto al cliente (gráfico 21). Si se confían las tareas de evaluación al médico de cabecera, es difícil mantener los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad.
Además, hay países que recurren a organizaciones certificadas y otros en los que la determinación de la aptitud está integrada en el sistema sanitario general. Esto hace suponer que las reglas de decisión para sintetizar la información y los hallazgos relevantes para el diagnóstico y determinar el resultado final también varían mucho. No está claro hasta qué punto se tienen en cuenta los requisitos mínimos sobre estos reconocimientos médicos definidos en el anexo III de la Directiva europea sobre el permiso de conducción, especialmente porque el punto 5 de dicho anexo permite regulaciones más amplias y diferenciadas a nivel nacional. No obstante, todos los países de la UE deben cumplir esta directiva europea y reflejarla en la legislación nacional. De todas formas, las prácticas actuales deberían estar más armonizadas, al menos dentro de los Estados miembros de la UE.