Mala visibilidad: un riesgo con la intensa luz primaveral

01 abr 2025

Mala visibilidad: un riesgo con la intensa luz primaveral

La estación fría del año supone un estrés elevado para nuestros coches. Los cambios de temperatura, el hielo y la nieve les afectan tanto como la gravilla y la sal de deshielo. Los expertos de DEKRA recomiendan someter ahora nuestro medio de transporte a un chequeo. Esto aumenta la seguridad vial, evita averías y ayuda a conservar el valor y el buen aspecto del vehículo. No obstante, las tareas relacionadas con la tecnología de seguridad debería realizarlas únicamente un taller especializado.
La mala visibilidad a través del parabrisas delantero constituye un riesgo para la seguridad con la intensa luz primaveral. Con frecuencia, se recomienda cambiar en primavera las escobillas del limpiaparabrisas, maltratadas por el hielo y la nieve. Además, debe comprobarse el líquido del limpiacristales y cambiar a un producto para verano. Hay que eliminar completamente los sedimentos, muchas veces inadvertidos, depositados en el interior y el exterior del parabrisas delantero, para que no enturbien la visión, especialmente cuando se circula de noche. Además, debe eliminarse la suciedad de los faros y luces y comprobar el funcionamiento del sistema de alumbrado.

La primavera también es un buen momento para cambiar el filtro del habitáculo.

Son muy eficaces los filtros con capa de carbón activado, que no solo mantienen el habitáculo libre de polvo, hollín y bacterias, sino que también mantienen a raya el ozono, los olores y la invasión de polen. Además, hay que controlar también el estado del aceite del motor para evitar que se produzcan daños costosos. En el libro de mantenimiento se puede ver si ha llegado el momento de hacer el cambio del líquido de frenos cada dos años.
Cada kilo de peso reducido es un alivio para el vehículo, permite ahorrar gasolina y es bueno para el medio ambiente. Por tanto, conviene sacar del maletero los accesorios de invierno que ya no son necesarios, como cadenas para la nieve, cables de arranque y anticongelante. Aspirando y limpiando el habitáculo se logra un ambiente más fresco y un aspecto más aseado. En caso de que aún haya humedad en las alfombrillas y esteras del piso, resulta útil ventilar y colocar papel de periódico. Las juntas de las puertas y las ventanillas permanecen más elásticas si se aplica un producto de tratamiento adecuado.
Los restos agresivos de sal y suciedad en el exterior se combaten con un lavado a fondo de la carrocería y los bajos. Antes de entrar al lavacoches conviene hacer un lavado previo, para que no se produzca abrasión debido a los restos de suciedad que podrían dañar la pintura. A continuación, se reparan los pequeños desperfectos de la pintura con un rotulador de retoque, evitando que se extiendan los puntos de corrosión. Los más esmerados aplican también un sellante de cera sólida a la pintura, que proporciona una protección más duradera.