Educación sobre la movilidad y el tráfico

25 Apr 2019 The Human Factor
Numerosos expertos están de acuerdo en que el proceso de aprendizaje sobre cómo participar de forma segura y competente en el tráfico debería comenzar a una edad temprana. Los padres deberían empezar a transmitir competencias viales a sus hijos incluso antes de que comiencen la guardería. En ésta, y posteriormente en la escuela se debería continuar este proceso de aprendizaje. No obstante, la educación sobre la movilidad y el tráfico solo tendrá éxito si se puede poner en práctica de forma satisfactoria en la vida cotidiana de cada persona, lo que permitirá un aprendizaje práctico.
En los primeros años de vida, los niños casi siempre participan en el tráfico rodado con sus padres. Así, por una parte, los adultos son un ejemplo a seguir con su propio comportamiento real. Por otra parte, durante los trayectos habituales, pueden transmitir información a sus hijos y fomentar su atención en situaciones o lugares concretos. Algunos de los objetivos de las actividades de movilidad y educación vial en las escuelas infantiles son: fomentar la capacidad de percepción, practicar la psicomotricidad, transmitir una comprensión social, fomentar competencias para afrontar situaciones en el tráfico y lograr una motivación de los niños por mejorar el medioambiente.
En el colegio, dependiendo de su participación en el tráfico y del radio de acción de los niños, la principal prioridad es que estos aprendan a recorrer de forma independiente el camino al colegio y a usar la bicicleta de forma segura. Además de proporcionarles información sobre las normas y concienciarles sobre los comportamientos sociales y las situaciones de peligro en el tráfico rodado, los niños aprenden de forma práctica cómo circular en bicicleta y cómo comportarse con seguridad en el entorno de la escuela y su hogar.
En los últimos años del colegio, la educación sobre la movilidad y el tráfico se centra principalmente en la enseñanza de un comportamiento social adecuado. También desempeñan un papel importante los fundamentos jurídicos y la información específica sobre los riesgos del alcohol y las drogas al volante. Además, se hace hincapié en un comportamiento personal seguro y responsable en materia de movilidad, así como en la sensibilización sobre los aspectos económicos y ecológicos de la movilidad. Para apoyar las actividades escolares, el trabajo con colaboradores e instituciones fuera de la escuela es imprescindible. Además de a padres y a la policía, esto incluye también a empresas de transporte, asociaciones e iniciativas.