El funcionamiento fiable tiene que estar garantizado y debe verificarse de forma independiente

28 jul 2022 Noticias y acciones
El 6 de julio de 2022 entraron en vigor nuevos reglamentos de la UE: muchos modelos de vehículos, puestos en circulación desde la citada fecha, deben contar con determinados modernos sistemas de asistencia al conductor. El objetivo es reducir todavía más las cifras de muertes en carretera en la Unión Europea mediante asistencia técnica. «Los modernos sistemas de asistencia al conductor tienen un gran potencial para evitar accidentes», comenta Ulrike Hetzel, miembro del Comité Ejecutivo y Directora General de Tecnología de la Organización de expertos DEKRA. «Pero también es importante entender dónde están sus limitaciones».
Desde su punto de vista, es fundamental señalar que, en el caso de las nuevas tecnologías obligatorias, se trata de sistemas de asistencia, ni más ni menos: «Estos sistemas ayudan a conductoras y conductores, pero no asumen su responsabilidad. Aquí no estamos hablando de funciones de conducción automatizadas. Quien se sienta tras un volante tiene que seguir manteniendo el control», comenta Ulrike Hetzel.
Entre otras cosas, se incluye que lo que ya era reglamentario para determinados camiones y autobuses, ahora también lo es para vehículos de pasajeros y vehículos comerciales ligeros: avanzados sistemas de frenado de emergencia que, como mínimo, detectan vehículos estacionados y en movimiento y deben frenar de forma independiente. A partir de 2024 los sistemas de frenado de emergencia también tendrán que poder reaccionar a peatones y ciclistas. También en caso de accidente, los nuevos tipos de vehículos tienen que estar equipados con el sistema de advertencia de salida de carril. Avisan cuando el vehículo amenaza con salirse de su carril. Cuando el conductor no reacciona y el vehículo abandona su trayectoria, los sistemas intervienen de forma activa. El sistema de frenado de emergencia y el sistema de advertencia de salida de carril son ejemplos de sistemas que intervienen directamente en situaciones críticas si hay riesgo de colisión. De forma concreta y orientada a cubrir distintas situaciones, ayudan a evitar accidentes que de otra forma serían muy probables.
Otros sistemas abordan eventos potencialmente críticos, trabajan de forma preventiva y son más bien independientes en situaciones concretas. Un ejemplo de esto es el denominado sistema de información de ángulos muertos, que advierte a las conductoras o a los conductores cuando un vehículo no se encuentra en un área visible por el espejo retrovisor, es decir, en el ángulo muerto, y un cambio de carril podría resultar por tanto peligroso.
En el futuro, en los nuevos modelos de vehículos y de camiones, también debe montarse un sistema para combatir la hipovigilancia del conductor, un sistema que analice la atención que preste el conductor y, en caso necesario, le inste a un descanso. La misma norma se aplica en dispositivos para el montaje de un alcoholímetro inmovilizador, que debe evitar la conducción en estado de ebriedad, al igual que para los denominados sistemas inteligentes de adaptación de velocidad (Intelligent Speed Assistant, ISA).
Los sistemas de asistencia, como los nuevos sistemas obligatorios, solo pueden desempeñar su potencial para mejorar la seguridad vial cuando funcionan de forma fiable durante todo el ciclo de vida del vehículo. «Esto debe garantizarse y también debe garantizarse que puedan probarse independientemente en el marco de la inspección de vehículos», comenta Ulrike Hetzel.