Motocicletas seguras para la circulación

08 nov 2020 Ingeniería Automovilística

En toda Europa, las estadísticas disponibles indican que la mayoría de los accidentes con motocicletas se deben al factor humano. A esto hay que añadir numerosos factores de riesgo, como el estado de las carreteras, las condiciones meteorológicas o los obstáculos.

Dado que los defectos técnicos también pueden ser parcialmente responsables de un número nada desdeñable de accidentes, es muy importante comprobar la seguridad de las motocicletas de forma regular. En muchos países de la UE, desde hace años son habituales las inspecciones periódicas de los vehículos motorizados de dos ruedas. En la base de datos de accidentes de DEKRA, la proporción de vehículos con deficiencias técnicas después de un accidente de tráfico es de un 20 % entre las motocicletas, un 50 % entre los ciclomotores con una velocidad máxima de 45 km/h y un 80 % entre los ciclomotores con una velocidad máxima de 25 km/h.
En lo que respecta a Alemania, las motocicletas examinadas en 2018 en el marco de las inspecciones generales presentaron un estado técnico generalmente bueno. Según las cifras de la Oficina Federal de Tráfico alemana, en el 87,7 % del total de más de 1,75 millones de motocicletas examinadas no se encontró ningún defecto. En cuanto a defectos en componentes individuales, los dispositivos técnicos de iluminación encabezan la lista de defectos con una proporción superior al 36 %. En casi un 17 % de las motocicletas con defectos, el conjunto de componentes ejes/ruedas/neumáticos/suspensión estaba afectado, seguido del sistema de frenos y el chasis/armazón/estructura con un 11,4 % y un 9,7 % respectivamente.

EL TUNEADO DE LOS CICLOMOTORES SIGUE SIENDO UN PROBLEMA

Para muchos jóvenes —especialmente, en las zonas rurales—, el ciclomotor y, cada vez más, la bicicleta eléctrica representan la entrada a la movilidad motorizada individual.

Con una edad mínima de 15 años en Alemania o 14 años en Suiza, se trata de una verdadera alternativa a la bicicleta, el autobús o los «padres taxi». No obstante, la limitación de la velocidad máxima a 25 km/h supone una restricción que muchos usuarios consideraban y siguen considerando poco razonable. Por ello, en muchos de estos vehículos se observan desde hace tiempo manipulaciones técnicas para aumentar la velocidad máxima alcanzable.
A razón de los cambios introducidos en la legislación europea relativa a las homologaciones en el año 2002, el ciclomotor clásico con velocidad máxima de 25 km/h se ha ido sustituyendo por escúters de potencia reducida. Las antiguas modificaciones mecánicas del diseño mediante manipulaciones en el carburador, el sistema de escape o la relación de transmisión ahora dan paso cada vez más a cambios no permitidos en la electrónica del vehículo. A través de internet se pueden adquirir kits de tuneado hechos a medida del vehículo. También se pueden tunear de forma similar los ciclomotores cuya velocidad máxima permitida está limitada a 45 km/h. En el caso de las bicicletas eléctricas, la gama de kits de tuneado es cada vez mayor.
Los usuarios de vehículos de dos ruedas tuneados rara vez son conscientes de los riesgos que estas transformaciones conllevan. Cuando se tunean, los vehículos pierden su permiso de circulación y ya no pueden utilizarse en las vías públicas. Además, el aumento de la velocidad alcanzable hace que sea necesaria otra clase de permiso de conducir, por lo que se circularía sin un permiso válido. Por otra parte, los ciclomotores clásicos y las bicicletas eléctricas no suelen estar diseñados para las velocidades máximas correspondientes.
Una velocidad más elevada conlleva cargas considerablemente mayores, con el riesgo consiguiente de fallos en algún componente. En ocasiones, los sistemas de freno tampoco están diseñados para unas velocidades más altas. Debido a la falta del permiso de circulación, las compañías de seguros pueden reducir sus prestaciones o denegarlas por completo en caso de daños por accidente. Por ello, determinar si existen modificaciones no autorizadas en un vehículo es relevante tanto después de un accidente como durante los controles de tráfico generales. Si los vehículos llaman la atención en el tráfico rodado, la policía tiene la posibilidad de encargar a sus propios especialistas que los examinen para detectar modificaciones técnicas no permitidas.

LA PROPORCIÓN DE CAMBIOS TÉCNICOS NO PERMITIDOS ES SIGNIFICATIVAMENTE ALTA, ESPECIALMENTE, ENTRE LOS VEHÍCULOS DE DOS RUEDAS.

El departamento de Investigación en materia de accidentes de DEKRA recopila en su propia base de datos resultados de estas inspecciones tras controles de tráfico o accidentes. A menudo se descubren modificaciones para aumentar la velocidad alcanzable en los vehículos de dos ruedas motorizados, especialmente, en las motocicletas ligeras y los ciclomotores con velocidad máxima de 25 km/h. El análisis para el período entre 2001 y 2018 muestra que en un 69,5 % de los ciclomotores con velocidad máxima de 25 km/h y en un 32,3 % de los ciclomotores con velocidad máxima de 45 km/h examinados tras un accidente se pudieron verificar modificaciones técnicas no permitidas. En comparación, en ese mismo período solo un 2,4 % de los turismos inspeccionados tras un accidente presentaban cambios prohibidos. La proporción de cambios técnicos no permitidos observados después de los controles de tráfico también es significativamente alta, especialmente, entre los vehículos de dos ruedas. En el 85,1 % de los ciclomotores con velocidad máxima de 25 km/h, el 67,6 % de los ciclomotores con velocidad máxima de 45 km/h y el 72,2 % de las motocicletas con matrícula se observaron este tipo de modificaciones. Estos valores son naturalmente más altos, ya que la policía retiró los vehículos del tráfico de forma selectiva y, tras una sospecha inicial, encargó una inspección adicional a un especialista.
Hasta ahora, no se dispone de estadísticas fiables sobre las bicicletas eléctricas. Sin embargo, la gran oferta de kits de tuneado y las primeras experiencias en la investigación de accidentes indican que también puede tratarse de un área problemática. Por otra parte, los fabricantes de motores para bicicletas eléctricas, de común acuerdo con las asociaciones profesionales, tienen gran interés en asegurar que no se tuneen los vehículos y, por ello, adoptan importantes contramedidas.

El riesgo de fallecer en un accidente de tráfico es 18 veces mayor para los motoristas que para los conductores de turismos. Por lo tanto, la comunicación entre la motocicleta y el coche a través de sistemas técnicos reducirá el riesgo de accidentes y mejorará la seguridad vial.

En cuanto a los patinetes eléctricos, hasta ahora no hay datos disponibles sobre el mercado alemán, ya que estos solo están permitidos en las vías públicas desde el verano de 2019. Estos vehículos, que requieren una autorización, pueden circular como máximo a 20 km/h debido a su diseño. Sin embargo, también se siguen ofertando patinetes sin posibilidad de autorización que pueden alcanzar velocidades significativamente más altas, una de las razones por las que no pueden obtener un permiso de circulación. Dado que actualmente hay pocos mercados tan fuertemente regulados como el alemán y muchos patinetes eléctricos son operados por empresas de uso compartido de vehículos, queda por ver si este sector resultará atractivo para los fabricantes de kits de tuneado.